
La novela que hoy comentamos es probablemente una de las más leídas del mundo. Construída a partir de retazos de los diarios de sus protagonistas, "Drácula" nos narra los distintos puntos de vista de los distintos implicados en la trama principal. Aparte de eso, esta novela sirvió de semilla para unos de los mitos de terror más famosos de nuestra historia moderna: los vampiros.
A pesar de que el concepto de vampiro es totalmente ficticio, el autor se basó en un personaje real: Vlad Tepes, también conocido como Vlad "Draculea" (en rumano algo así como "El pequeño Dragón"). Vlad Draculea fue un príncipe del siglo XV caracterizado por su extrema crueldad con los enemigos de guerra. De él se cuenta que llegó a poner una copa de oro en la plaza de un pueblo ordenando que todo el mundo pudiera beber de ella pero garantizando que quien la robara debería afrontar su justicia. La copa nunca fue robada y continuó allí varios años después de su muerte.
Bram Stoker, cuyo nombre real era Abraham Stoker fue un escritor de origen irlandés que se dedicó principalmente a la escritura de novelas cortas. Ninguna de ellas fue tan famosa como "Drácula", que editada en el año 1897 constituyó un éxito absoluto desde su primera edición siendo llevada al cine diversas veces. La primera de ellas fue en los comienzos del cine, en 1922 y se llamó Nosferatu (con el fin de no pagar derechos de autor a su creador). A pesar de que hubo montones de versiones durante el auge del cine de terror en los 60 y 70, Francis Ford Coppola, un famoso director de cine intentó reconstruir la obra original en su film "Drácula (de Bram Stoker)", que se convirtió en un gran éxito.