martes, 13 de noviembre de 2012

"Hiroshima", de John Hersey

Hiroshima, Japón, 6 de agosto de 1945. El país está inmerso en la Segunda Guerra Mundial en lucha contra los Estados Unidos.  Los habitantes de la ciudad saben que son objetivo de los bombarderos B-29 pero esa mañana no saben que un nuevo tipo de arma va a usarse contra ellos: la bomba atómica. Este libro nos narra los primeros momentos después de la explosión tal y como los vivieron algunos supervivientes así como el trascurso de sus vidas tras la bomba. En Japón llamaron "hibakusha" a los afectados por la bomba atómica, término que desgraciadamente conllevó bastante racismo y que para muchos supervivientes se convirtió en un sufrimiento adicional, al verse excluidos no solo por su propio gobierno, sino incluso por su vecinos, amigos y familiares. Hasta varios años despues, los hibakusha no consiguieron el derecho a la asistencia médica.

Una bomba atómica es un tipo de arma que utiliza reacciones nucleares para conseguir un enorme poder explosivo. La idea clave es conseguir crear una reacción en cadena a partir de unos pocos kilos de algún material radioactivo, normalmente uranio o plutonio. Los átomos de estos elementos se rompen y dicha rotura libera una gran cantidad de energía en forma de explosión. Esta rotura se llama en química "fisión nuclear" y en este caso se dice que es "exotérmica", es decir que libera calor. La potencia de estas bombas se mide en kilotones o megatones, es decir mil veces o mil millones de veces la potencia de una tonelada de TNT (nombre abreviado del trinitrotolueno, un explosivo).

El ataque atómico sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki fue, sin ninguna duda, el más letal de toda la historia de las guerras. Solo en Hiroshima, 80.000 personas murieron al instante por el enorme poder destructivo de la explosión. Debido a las horribles heridas, mutilaciones y quemaduras, otras 60.000 murieron poco después. La temperatura generada por la bomba alcanzó los 6 millones de grados y literalmente vaporizó a miles de personas en el acto. Miles de personas sufrieron el "tatuaje" de los dibujos de sus ropas sobre la piel debido al calor. Aparte de la onda expansiva, de la altísima temperatura y de los vientos huracanados que barrieron la ciudad todo quedo contaminado por la radioactividad, que seguiría provocando malformaciones fetales, diversos tipos de cáncer, leucemias, úlceras en la piel y problemas gastro-intestinales hasta varios años despues. Tras semejante destrucción, Japón se rindió a los Estados Unidos, dando fin a la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico.

John Hersey fue un escritor y periodista estadounidense que trabajó para la prestigiosa revista "The New Yorker". Los editores de este semanario, impresionados por este relato dedicaron todo un número a publicar este texto, a caballo entre el artículo y el libro, en el que los lectores americanos pudieron ver de primera mano el horror desencadenado por la bomba atómica. Aparte de "Hiroshima", Hersey escribió "Una campana para Adano" que le valió el Premio Pulitzer de novela en 1945, en el que cuenta la historia de un oficial italo-americano en el pueblo siciliano de Adano, durante la ocupación americana.

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